PLAYA CHIQUITA




PLAYA CHIQUITA

27 de Febrero

¡Qué suerte tenemos! Llevamos dos horas en la zona de Puerto Viejo con un sol tremendo. Amanece brumoso por que las noches son frescas y húmedas pero a las 7 ya el sol se abre paso. No se pasa calor por que esta todo muy sombreado, las cabañas donde estamos como todas las de la zona están construidas bajo enormes árboles y plantas que no dejan pasar un rayo de sol en todo el día. Hay que dormir en camiseta por causa del relente, las sábanas y toda la ropa esta siempre húmeda.

Llegamos a Moín sobre las 2 de la tarde y tomamos una buseta para turistas que por siete euros te lleva a Puerto Viejo. La llegada a este poblado fue desilusionante, cerca del pueblo la carretera a perdido el asfalto y todos los vehículos producen nubes de polvo que ensucian todo; el pueblo son fundamentalmente bares y cabinas para mochileros; decidimos no bajarnos de la buseta y continuar hacia Manzanillo. En esta carretera están situados los lodges de lujo, escondidos en la selva y el ambiente es más relajado. Nos paramos en el lodges Costa de Papito a preguntar y resultó que no tenían sitio libre, nos aconsejaron el Cariblu y el Azania que estaban al lado, tampoco tenían sitio. Son alojamientos muy recomendados en Internet y se ocupan con mucha antelación. Como en ese momento pasó un bus hacia Manzanillo nos subimos y avanzamos unos kilómetros hasta el Playa Chiquita Lodge, ya desesperados pues eran las seis y casi de noche preguntamos al dueño, un alemán llamado Wolf que nos tranquilizó y nos aseguró que dormiríamos donde fuera incluso nos ofreció el cuarto de sus hijos, tres mulatos de su esposa, una negra costarricense joven y guapa, le dijimos que de ninguna manera echaríamos a los niños de su cuarto cuando vimos la cara que puso la madre. Hizo unas llamadas y nos arreglo la noche en un lodge que estaba muy cerca. Nos llevó es su todo terreno al Miraflores Lodge de Pamela Palmer, norteamericana con veinte años de residencia en el país, también súper amable, nos dio la habitación más chula que hasta ahora hemos tenido en Costa Rica, en el altillo de una cabaña de madera noble, enormes camas con mosquiteras, duchas en el balcón exterior...... una pasada. Nos pidió 35 euros con desayuno y aceptamos encantados.



Esa noche en desagravio por las penalidades pasadas en el día nos zampamos una parrillada en una marisquería de dueño español, tenían sangría y paella. La parrillada llevaba pargo, mejillones, calamares, lenguado, langostinos y media langosta, muy bueno todo menos los langostinos, camarones en Costa Rica, que estaban secos y duros. Lo acompañamos con la habitual ensalada de palmitos y varias cervezas, el precio de 24 euros los dos también nos supo bueno.

A la mañana siguiente después del desayuno paseamos por la finca del lodge, bastante descuidada y tuvimos la experiencia de ver y tocar un perezoso que andaba por allí, Pamela nos dijo que se asustaba si intentábamos acariciarlo pero al ser tan lento no podía retirarse para evitar el roce humano, no es extraño que sea presa fácil de sus depredadores; serpientes boas, jaguares y águilas arpías

Nos trasladamos después de desayunar al Playa Chiquita Lodge nos dieron un bungalow de madera también decorado con gusto enfrente del jardín, "veranda" con hamaca y baño enorme con agua muy caliente, lo mejor es que tiene acceso directo a la playa por un sendero de 100 metros, hay una ducha incrustada en el tronco de un árbol para quitarse la arena de la playa. Por la noche en estos jardines se ven destellos luminosos entre la maleza y volando, son unas potentes luciérnagas que ofrecen un espectáculo sorprendente. Se oyen intermitentes rugidos de los monos aulladores que habitan entre los árboles. Creo que vamos a estar muy a gusto en este lugar.

Por la tarde bajamos en bus al pueblo a sacar dinero y ver el ambiente, No nos llena mucho esta mezcla de barecillos y puestos de abalorios, nada especial. Cenamos en una soda local de ambiente muy tico, un buen casado de bistec todos los locales estaban viendo el partido Alajualense contra Herediano de la liga nacional.


28 de Febrero

Hoy hemos alquilado bicis para dos días por tres euros por jornada y estamos recorriendo la carretera hasta Manzanillo, va paralela al mar pero no se ve porque la selva cierra la vista. Nos paramos de vez en cuando para tomar un baño en las playas de Punta Uva y Manzanillo, son las mejores del caribe costarricense, arena blanca, aguas claras y relativamente tranquilas, palmeras y cocoteros. No hay que imaginar playas limpias y cuidadas como en España, aquí nadie recoge los restos vegetales, cocos, troncos, ramas, raíces y hojas que caen o trae el mar, en Manzanillo los coches aparcan en la arena junto a las barcas, hay restos de barbacoas y bancos para descansar.

Ahora estamos en la playa esperando para comer en el famoso Maxi`s....... hace mucho calor y el agua del mar no refresca mucho porque es muy cálida


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